Brasilia, 10 jun (PL) En los últimos 10 años más de medio millón de brasileños murieron víctimas de la violencia, un flagelo que afecta en mayor medida al Norte y Nordeste del país, comentó hoy el investigador David Marques.
De acuerdo con el Atlas de la Violencia, elaborado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA, por sus siglas en portugués) y por el Fórum Brasileño de Seguridad Pública, en 2016 Brasil registró una cifra récord de 62 mil 517 muertes violentas, el 71,1 por ciento de éstas causadas por armas de fuego.
Del total de asesinatos ocurridos ese año, el 71,5 por ciento fue de ciudadanos negros y las regiones donde se produjeron crecimientos más significativos en el número de víctimas fueron el Norte y el Nordeste, lo cual según Marques demuestra que «la violencia letal no está distribuida de forma homogénea en el tejido social brasileño».
Esta calamidad está sujeta a la interferencia de factores demográficos, socioeconómicos y también de la actuación del propio Estado, responsable por las políticas públicas de seguridad, dijo al periódico Brasil de Fato el especialista del Fórum Brasileño de Seguridad Pública.
En la última década analizada (2006-2016), 553 mil personas murieron en el país como consecuencia de actos violentos; con una tasa de 30 asesinatos por cada 100 mil ciudadanos en 2016, la cual es 30 veces superior a la de Europa, detalló.
Puntualizó además que entre 2006 y 2016, la tasa de homicidios entre la población negra aumentó un 23,1 por ciento, mientras entre los no negros cayó 6,8 por ciento. Lo mismo sucede entre las mujeres negras, pues en ese período el índice de asesinatos creció 15,4 por ciento y tuvo una reducción de ocho por ciento entre las no negras.
De acuerdo con la más reciente edición del Atlas de la Violencia, en 2016 fueron asesinadas en Brasil cuatro mil 645 mujeres, lo que representa una tasa de 4,5 homicidios por cada 100 mil brasileñas. En los últimos 10 años contabilizados, el índice fue de 6,4 puntos porcentuales.